jueves, 26 de febrero de 2009

Identidad vs globalización










Los hallazgos de Marco Polo

Reflexiones sobre identidad, conflictos culturales y globalización, en exclusiva para BOHEMIA, de Héctor Díaz-Polanco, una de las figuras más destacadas del pensamiento latinoamericano contemporáneo

Por SAHILY TABARES
cultura@bohemia.co.cu
Fotos: LEYVA BENÍTEZ

foto@bohemia.co.cu

(18 de julio de 2007)

En abandono total de su propio yo, este viajero horada los muros más espesos de la ortodoxia para profundizar en los laberintos de un complejo itinerario. Dimana calor humano en la tesitura de su voz, a través de la conversación sostenida con BOHEMIA durante las sesiones del pasado Congreso Internacional Cultura y Desarrollo, en la que entregó la pasión acumulada en su quehacer.

Héctor Díaz-Polanco

En sus textos, el doctor Héctor Díaz-Polanco defiende el derecho a la autonomía de los indígenas de América Latina

Podría parecer que no existen interrogantes por despejar para el doctor Héctor Díaz-Polanco, eminente antropólogo y sociólogo dominicano residente en México. Por el contrario, los numerosos textos publicados sobre sus especialidades, entre ellos: Elogio de la diversidad: globalización, multiculturalismo y etnofagia, Premio Internacional de Ensayo 2005, convocado por Siglo XXI Editores, la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Colegio de Sinaloa, buscan profundizar cada vez más, sin dar fe de una obra concluida.

Desde la ensayística y la investigación acuciosa, este profesor que ha dedicado tres decenios a la docencia, hurga sin descanso ni acomodamiento en la matriz de los discursos alrededor de la diversidad cultural y, como respuesta a la insistente manipulación de ese término por los sectores sociales más conservadores, promueve el fortalecimiento de las comunidades.

No planeó estudiar antropología. El interés por desentrañar conflictos y complejidades surgió en la práctica durante los procesos de indagación, de conocimiento de la realidad caribeña, "que inclina de manera especial a los científicos sociales a preocuparse por la diversidad debido a la pluralidad sociocultural.

"Quizás es lo que explica el interés de Aimée Cesaire y Pedro Henríquez Ureña, personalidades que en sus respectivos momentos hicieron aportes interesantes. Existe como un llamado a los antillanos para tratar de explicar esta convivencia en una diversidad tan extraordinaria y rica como la del Caribe.

"Por vocación política he participado en experiencias de luchas de movimientos indígenas en prácticamente todos los países de América Latina. Desde el principio, insistimos en la perspectiva autonomista y en el gran potencial político de los pueblos indígenas.

Héctor Díaz-Polanco

La mayoría del movimiento indígena latinoamericano concibe las autonomías como parte de las grandes transformaciones sociales

"En los inicios, por parte de la izquierda no hubo una comprensión inmediata de esta prioridad, el gran sujeto era el campesinado y desde luego, también la clase obrera. Todo esto comenzó a cambiar en la década del 90. Debido a la cercanía del Quinto Centenario del "descubrimiento" de América en 1492, se esperaba, como ocurrió, la potenciación de los movimientos indígenas.

"El primer levantamiento tuvo lugar en Ecuador. Más tarde hubo acciones sucesivas que derribaron Gobiernos, se replantearon las cuestiones de las nacionalidades y de las autonomías. En este sentido, la rebelión zapatista en 1994, constituyó un impacto para América Latina y el mundo."

– ¿Cómo influyen estos procesos en la identidad y en los conflictos culturales del siglo XXI?

–Históricamente, la identidad ha sido evaluada a partir de juicios previos o prejuicios desde diferentes lados de la frontera. Algunos piensan que los indígenas pertenecen a un mundo del pasado. Este criterio está errado. Los indígenas de hoy son el resultado de un proceso histórico que se ha venido construyendo.

"El primer grupo sociocultural realmente moderno es el indígena. Resulta paradójico verlo como algo del pasado. Esa idea tiene un enfoque político. El gesto de considerar a alguien del pasado, impide incorporarlo como compañero en la construcción del futuro.

"De igual forma suele pensarse, que las tradiciones y la cultura indígena constituyen una especie de traba debido a que están orientadas a conservar sus rasgos a ultranza, sin la menor vocación transformadora, innovadora. Si esto fuera así, constituiría un grave problema, les impediría integrarse a la transformación de una nación. Ha exigido grandes esfuerzos convencer a los sectores más recalcitrantes de que los pueblos indígenas son capaces de participar de forma activa en los procesos transformadores."Por su parte, la mayoría del movimiento indígena latinoamericano concibe las autonomías como parte de esos procesos.

"Son cuestiones que hemos abordado de manera explícita en este congreso en La Habana. Ha quedado bien claro que en el campo de las ciencias sociales, el tema de la diversidad sociocultural resulta esencial. Debemos aprovechar para potenciar el debate y las tendencias con una orientación progresista.

"Parece ser que en estos momentos identidad y globalización son dos términos clave. O sea, ambos están íntimamente imbricados, uno determina al otro, y ese es un pequeño descubrimiento que debemos a las ciencias sociales contemporáneas. En el sentido de que la globalización no solo no liquida y deja de lado el asunto de las identidades, sino que las potencia como tema político, económico, ecológico, etc. Los grandes problemas que trae consigo la globalización están vinculados a las grandes demandas de los grupos identitarios.

"Un ejemplo meritorio es la posición que han tenido los pueblos indígenas en la cultura de la tierra, en la búsqueda de la armonía entre lo social y lo natural. Sobre todo en el hecho, no solo de conservar su medioambiente, sino de enriquecerlo.

"Hay que prestar atención a la perspectiva multicultural que utilizan las transnacionales en busca de potenciar negocios. Es un gran peligro, porque la diversidad, en vez de ser un elemento liberador y de reconocimiento de la pluralidad, se convierte en un medio para promover el pensamiento único, el mundo único desde el punto de vista sociocultural. En realidad se trata de un disfraz utilizado por un afán de ganancia. Debemos entender esta dinámica y denunciarla.

"La cuestión de la identidad marca la dirección de los grandes debates. Se ha convertido en una reserva de valores, en un campo de construcción de nuevos principios políticos, debido a su proyección hacia lo étnico, lo ético, lo económico y lo social. Por eso resulta tan importante, incluso para los países donde la presencia indígena es nula.

"Son terrenos en los que estamos explorando, descubriendo. Por eso escogí el seudónimo de Marco Polo para el ensayo Elogio de la diversidad... No me considero un descubridor definitivo de territorios, de asuntos. Soy apenas un estudioso.

"A mis alumnos les enseño, entre otras cosas, que no deben aceptar nunca una afirmación o una propuesta sin someterla a crítica. Y que deben tratar por todos los medios de que haya correspondencia entre lo que dicen y lo que hacen. En esencia: que sus planteamientos políticos tengan un referente práctico. Que sean consecuentes en su compromiso con su colectivo, con su pueblo."